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El aula, siempre el aula

De vuelta del III Congreso Flipped Classroom celebrado este fin de semana en Madrid vengo con la sensación, que adelanto como conclusión de lo vivido, de que ya sea por el tiempo y las experiencias acumuladas o por la necesidad prioritaria del profesorado de atender el proceso de aprendizaje de sus alumnos en el aula, por fin se está empezando a entender que el flipped learning es algo más, mucho más, que vídeos y tecnología.

Pero vamos por partes. Reencuentros, desvirtualizaciones, conversaciones muy interesantes sobre educación y experiencias docentes y trabajo, mucho trabajo. Intenso, tanto por el numero de horas como por la densidad de los debates.

En primer lugar, me gustaría hablar de nuestro taller. Sí, nuestro, porque lo que en un principio era un taller de arte dirigido por el gran (en todos los sentidos) Manel Trenchs y otro de historia que coordinaba yo, se unieron en uno solo. Y, nada, a improvisar, a coordinarnos en un rato y a lanzarnos a la piscina con 24 docentes de sociales ansiosos de conocimientos, consejos y soluciones. Seguimos el guión de Manel con pinceladas del mío y al final creo que conseguimos, por los comentarios de los asistentes, proporcionarles ese difícil cóctel que mezcla herramientas, experiencias y un andamiaje para empezar a flippear las aulas y el aprendizaje. Pero lo que más me ha llenado del taller han sido los intensos debates que han dejado claro que lo importante es el áula, siempre el aula. Lo que ocurre en ella, lo que aprenden los alumnos en ella, lo que los docentes pueden hacer para que ese gran milagro ocurra.

Además del taller de 10 horas participé en la mesa de expertos donde se nos plantearon una serie de cuestiones sobre consejos para novatos e indecisos, sobre nuestras sensaciones como docentes que ya llevamos unos años aplicando el flipped classroom en nuestras aulas y sobre la manera de poder extender un modelo pedagógico que entendemos que es crucial para, de verdad, el alumnado aprenda, sea autónomo, crítico y competente. Y me voy a detener aquí porque creo que es fundamental esta última cuestión. Bergman nos ofreció una simil en su conferencia inaugural que creo que puede ser muy acertado: el flipped learning es el sistema operativo de un móvil y las diferentes metodologías (ABP, gamificación, cooperativo, etc.) son las aplicaciones. Si esto es así, no debería preocuparnos qué hacer para extender el flipped porque creemos en sus bondades, sino aclarar de una vez qué queremos conseguir con un sistema educativo estable y consensuado y cómo podemos conseguirlo, porque mientras no tengamos esto seguiremos dando palos de ciego.

Y no podemos permitirnos más pérdidas de tiempo ni de energías. Mientras, vamos al aula, siempre al aula.

AUTOR

Manuel Jesús Fernández

Todos los relatos por: Manuel Jesús Fernández
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