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El curso de la pandemia (1): la enseñanza en línea

Acaba el curso. Un curso extraño y dividido en dos partes por la terrible pandemia que nos ha partido por la mitad y nos ha vuelto a descubrir el valor de la Escuela y a demostrar el fracaso del sistema educativo. 

Por ello, toca hacer balance. Sobre todo de la fase no presencial que ha supuesto un antes y un después. Vayamos a los datos cuantitativos:

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En general, podemos decir que alrededor del 10 % del alumnado no ha hecho nada. Si nos fijamos en quiénes son, resulta que seis de ellos ya no hacían nada antes del confinamiento y el resto tenían aprobada la primera y la segunda evaluación y/o bien eran repetidores. Como es lógico, el porcentaje es mayor en 1º de ESO, menor en 3º de ESO e inexistente en 2º de bachillerato.

Después hay un grupo, aproximadamente un 15%, que ha hecho poco por dos razones, muchas veces complementarias ya que tenían aprobadas las dos evaluaciones anteriores y/o han tenido problemas de dispositivos (no de conexión). El porcentaje es muy parecido en 1º y 3º de ESO y ya aparecen dos alumnos en 2º de bachillerato, en este caso por el primer motivo.

En tercer lugar, hay un porcentaje parecido, del 15 %, que lo ha hecho casi todo pero de manera algo intermitente. Los motivos han sido variados: no podían conectarse a las videoclases, tuvieron problemas con Classroom  al principio o problemas con dispositivos.

Finalmente, casi un 60% del alumnado han seguido el curso con continuidad, haciendo la gran mayoría de las tareas y conectándose a las videoclases, siendo el porcentaje, como en casi todas las categorías anteriores, mayor en 2º de bachillerato (90%) y muy parecido en 1º (47,5%) y 3º de ESO (54%), destacando en este caso mi tutoría de 3º C con un porcentaje del 71%.

Concluyendo, un 27% no ha hecho nada o ha participado muy poco y un 73% lo ha hecho todo o casi todo.

Desde el punto de vista cualitativo caben destacar varios aspectos:

Por lo que respecta a la evolución en el tiempo podemos destacar:

  • La participación fue muy irregular durante el periodo anterior a las vacaciones de Semana Santa ya que se unió eran varios factores: el cambio brusco de modalidad educativa para la mayoría (no tanto para mi alumnado que ya estaba acostumbrado a trabajar así de alguna manera), el que ya prácticamente la segunda evaluación estaba resuelta y a que se pensaba que era una cosa transitoria y provisional.
  • La participación y la regularidad aumentó después de las vacaciones debido a la insistencia desde el centro, las tutorías y los docentes por conseguir una mayor implicación y por la sensación de que esta modalidad era ya la que íbamos a desarrollar hasta casi final del curso.
  • Una caída de la participación y, sobre todo, de la regularidad cuando el alumnado fue sabiendo que ya tenían aprobado el curso.

En cuanto a lo que se refiere a las tareas, el alumnado (de mi tutoría y también los demás) se ha quejado, sobre todo al principio, de que se mandaban muchas. Después se han quejado más de que las tareas no se explicaban, de que no había un feedback rápido o de que, simplemente, no existía. En el caso de mis materias, les pregunté sobre las tareas mediante un formulario y me respondieron que les parecían adecuadas, en tiempo y dificultad, y muy entretenidas y que les gustaban sobre todo los retos de Kahoot y las tareas de Flipgrid.

Y por lo que respecta al modelo no presencial, creo que el profesorado, las familias y la gran mayoría del alumnado han hecho un esfuerzo enorme de adaptación. Un esfuerzo que es muy reconocido por todos pero que vuelve a demostrar una laguna importante de nuestro sistema educativo como es la escasa competencia digital. En el caso de mi alumnado, y así lo han reconocido en formularios de valoración de las tareas y en un informe final de curso que ha hecho el alumnado de 3º y que compartiré en breve, al manejar anteriormente las herramientas y aplicaciones: aplicaciones de Gsuite, vídeos flipped, Padlet o podcast, por ejemplo, les ha resultado más fácil adaptarse al modelo no presencial (y no me han entregado ni una foto. Bueno, sí, algunos que no podían descargarse la aplicación de documentos de Google) que nos ha permitido incluso hacer tareas colaborativas.

Hasta aquí el balance de la enseñanza en línea. En la próxima veremos qué han hecho los alumnos.

AUTOR

Manuel Jesús Fernández

Todos los relatos por: Manuel Jesús Fernández

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