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Pues, ya estaría (1)

Después de 37 cursos, esto se acaba. El 1 de septiembre me jubilo. Ha pasado mucho tiempo y han ocurrido muchas cosas desde el momento en que aprobé las oposiciones y el final de este último curso que ya está terminando. Voy a intentar resumirlo todo en 10 momentos que creo que han marcado mi tarea docente y que me han moldeado como persona.

1. Julio de 1987: oposiciones aprobadas.

Fue la fecha en la que aprobé las oposiciones, En el instituto San Isidoro de Sevilla y no pude dar saltos de alegría porque me había roto los ligamentos jugando al fútbol. Lógicamente, fue el inicio de todo, de mi vida docente y de plantearme el futuro con Sensi, mi pareja.

2. Mayo de 1989: destino Lebrija.

Después de un curso de prácticas en el Instituto Cristóbal Monroy de Alcalá de Guadaira y otro en expectativa en el Antonio Gala de Palma del Río, en mayo del 89 me comunicaron que mi destino definitivo era el Instituto Virgen del Castillo de Lebrija. Esto supone un cambio importante porque el destino provisional era el Instituto Guadalquivir de Lora del Río, cerca de Peñaflor, donde teníamos casa y la idea de seguir viviendo. Lebrija nos cambio la vida y nos encantó desde el principio, nos adaptamos muy bien y prueba de ello es que todavía seguimos viviendo allí, treinta y cinco años después. 

3. Julio de 1997: jefatura de estudios.

El mes anterior murió mi padre y en esos momentos me proponen la jefatura de estudios del centro. Eran momentos personales complejos y también el centro pasaba por un momento muy delicado con la dimisión de la anterior directiva y con un ambiente muy cargado y de desconfianza de muchas familias. Acepté y estuve seis años en la jefatura. Aprendí mucho y me di cuenta de que me gustaba la función directiva. Viví en el cargo un momento importante, tanto por recuperar la confianza en el centro como porque coincidió con el tránsito de un centro de bachillerato a otro de ESO y con la responsabilidad añadida de que la sección del IES Fontanal creada en el año 1999 dependía del Virgen del Castillo. Al final de este período, en el curso 2002-2003, se produce el cincuentenario de mi centro y la organización y desarrollo del mismo me animó a dar el siguiente paso.

4. Junio de 2003: dirección.

Cuando inicié la etapa de dirección del centro, decidido por mi experiencia en la jefatura y por la convicción de que se podían mejorar muchas cosas, no podía saber que iba a estar doce años y de que comenzaba una etapa de cambios normativos (LOMCE y especialmente LOE) tecnológicos (introducción del mundo digital en las aulas) y, en definitiva, sociales (nueva sociedad digital) tan importantes como los que se dieron a partir del curso 2004-2005. Hablo especialmente de competencias básicas, centro TIC y DIG y todos los cambios metodológicos y sociales que todo esto iba a introducir. Todo ello me ayudó a comprender que las competencias y el mundo digital iban a ser los dos ejes sobre los que iba a desarrollarse la educación a partir de esos momentos. Y fuimos centro DIG y después TIC e iniciamos la formación en competencias básicas como centro casi pionero gracias a la colaboración del grupo ICOBAE. Desarrollamos tareas integradas y empezamos a valorar que otra evaluación era posible, lo que nos llevó a entrar como centro piloto en el Programa COMBAS del ministerio. Esto último y las consecuencias de todos los cambios anteriores creó en parte del claustro un gran descontento que se agravó con los recortes desde 2011 y que provocaron mi dimisión en mayo de 2015.

Y lo dejamos aquí, porque a partir de este momento empieza otra etapa muy importante centrada (más que antes) en las experiencias innovadoras en el aula y en la formación docente. Os espero en la segunda entrada.

AUTOR

Manuel Jesús Fernández

Todos los relatos por: Manuel Jesús Fernández

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