El pasado 14 de julio se aprobó la Orden que regula el currículo, la evaluación y la atención a la diversidad del bachillerato LOMCE en Andalucía y se publicó en el BOJA del 29 de julio. Es una orden que en lo que se refiere al currículo de las diferentes materias empezó a diseñarse desde diciembre de 2015 y en la que he tenido la suerte de colaborar con el diseño de tres de las materias del área de Geografía e Historia.
Es, también, una orden para leer detenidamente (sí, eso que nos gusta tanto a los docentes) porque introduce planteamientos muy interesantes. Entre ellos están la recomendaciones metodológicas que son las que os planteo en esta entrada porque me gustaría que las conociéramos y porque creo que es plantean un tema crucial y muy interesante para reflexionar.
En ellas podemos distinguir las siguientes ideas clave:
- aprendizaje competencial
- adquisición del alumnado de las competencias clave
- profesorado como orientador, promotor y facilitador
- prácticas de trabajo cooperativo
- implicación del alumnado en su aprendizaje
- reflexión y pensamiento crítico del alumnado
- construcción individual y colectiva del conocimiento
- intercambio verbal y colectivo de ideas
- se utilizarán metodologías activas
- aprendizaje por proyectos
- trabajos de investigación
- utilización de las TIC de manera habitual
Como vemos, una serie de ideas que podrían propiciar un cambio metodológico muy necesario en esta etapa educativa y que dependerá, como siempre, de que el profesorado se decida a seguirlas y conseguir definitivamente un bachillerato para el siglo XXI en una escuela del siglo XXI. Porque, como siempre, del profesorado dependerá mantener un bachillerato eminentemente memorístico, con un aprendizaje pasivo y una evaluación frustrante o ir introduciendo cambios para que consigamos un bachillerato que haga de los centros educativos centros de I+D+i
Y en eso llegaron las reválidas, Nada, una nueva, flagrante y triste incoherencia de la regulación normativa derivada de una nefasta ley educativa.
Pasado mañana empieza un nuevo curso. ¿Empezará también un nuevo bachillerato?
Os dejo una infografía con las recomendaciones metodológicas completas.
Néstor Banderas
No creo que el problema sea que haya una reválida o una selectividad, el problema reside -en mi humilde opinión- en que esos exámenes deberían evaluar competencialmente al alumno y no de forma únicamente memorística. ¿Cómo es posible que se pregunte a los alumnos sobre «Luces de bohemia» y sus personajes sin haber leído la obra? No se puede caer en este tipo de preguntas. Pero, con un enfoque práctico que permita aplicar los conocimientos adquiridos sí puede ser útil tal examen externo, por otra parte necesario para igualar a todos los alumnos (de la pública, la privada y la concertada) y ordenar el acceso a la universidad. Creo que si esos exámenes tuvieran este carácter el profesorado se vería en la necesidad de aplicar cambios metodológicos en sus clases; de lo contrario, una gran parte de los docentes seguirá instalado en la comodidad de lo memorístico.