Durante cinco tardes hemos compartido un curso sobre flipped classroom en el CEP de Castilleja que terminamos el pasado jueves con la exposición de los proyectos diseñados por los docentes participantes. Desde el principio había ciertas reticencias porque la mayoría de los asistentes eran docentes de infantil y primaria y pocos de secundaria pero el paso de las sesiones fue haciéndoles ver que el problema o el inconveniente del enfoque flipped no es el uso de más o menos tecnología o el nivel donde se implemente, sino no darse cuenta de que es una estrategia que permite y facilita desarrollar metodologías activas y un aprendizaje mucho más autónomo y personalizado.
Durante el curso hemos visto experiencias, herramientas y mantenido debates sobre la falta de recursos de los centros y las familias, la adaptación de un “modelo clásico” de vídeo, actividad y evaluación formativa a contextos y edades que requieren otros planteamientos y sobre la necesidad de fomentar un aprendizaje mucho más activo. Todo ello ha desembocado en una última sesión en la que los asistentes al curso, de manera individual o grupal, ya que muchos venían del mismo centro, expusieron sus proyectos. Proyectos sobre temas como la paz (infantil), mujeres científicas, artículos determinados o indeterminados, la competencia comunicativa, el ciclo del agua, y biografías y autobiografías, todos ellos de primaria. En todos me sorprendió (bueno, más bien, me volvió a sorprender) la capacidad creativa del profesorado y el cómo fueron capaces de integrar las herramientas vistas en el curso y otras que no vimos, pero que conocían: VivaVídeo, Kahoot, Plickers, Touchcast, iMovie, Google Forms, Quizzlet, Edpuzzle, Padlet, Powtoons o Teleprompter Vídeo Creator.
Fue una satisfacción comprobar cómo se desenvolvían en el mundo flipped y cómo, de manera natural, esta estrategia se introducía en el día a día de sus aulas.
Además de esos proyectos, establecimos también una serie de conclusiones que paso a detallar en esta infografía:
Como les comenté al final, si como ya indicó John Bergman, una medida de la calidad docente es preguntarse si te gustaría ir a tus clases, yo estaría encantado de ser alumno de estos docentes, de estar aprendiendo en esas clases de infantil, o de 3º, 4º o 5º de primaria, porque me dejaron sin palabras.
Para finalizar os dejo un vídeo con algunos fragmentos de la presentación de los proyectos:
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