Este año soy tutor de un grupo de 1º de ESO. Un grupo complicado. Está poco cohesionado, tiene problemas de aprendizaje importantes (hay 18 alumnos de refuerzo y 8 de francés), con pocos hábitos de trabajo y, como es lógico, es revoltoso. Además, y no es poco, están situándose en el instituto y en la secundaria.

Todo esto ha requerido y está requiriendo un esfuerzo del profesorado por adaptarse a estas circunstancias y coordinarse para vencer estas dificultades con una reunión del equipo docente donde se llegaron a una serie de acuerdos para intentar básicamente que el alumnado aprenda. También, aprovechamos las horas de tutoría para intentar mejorar la cohesión del grupo y que mejore así el ambiente del aula para colaborar también con la mejora del aprendizaje del alumnado.

Pero, además, y como reto conjunto entre tutor, alumnado y familias, supone la necesidad de estar en contacto continuo con las familias para informarles de la situación y la evolución del grupo, en general, y de sus hijos, en particular y así cambiar y revertir la situación. Por eso, desde la primera reunión conjunta que tuvimos a principios de octubre creamos un grupo de whatsapp, que está funcionando muy bien, y quedamos en tener una reunión conjunta mensual. Y la tuvimos el martes pasado. En ella planteamos las dificultades del grupo, debatimos los acuerdos del equipo docente y conseguimos compromisos para ayudar a sus hijos.

Para ello, les plantee una presentación que os dejo a continuación:

La reunión me hizo reflexionar sobre lo que figura en el título de la entrada: ¿hacemos tutorías de familias o con las familias? Aparentemente es lo mismo, sin embargo, la diferencia es importante. Hacer la tutoría de familias, es hablar con ellas sobre sus hijos, de manera particular, con sus problemas, virtudes, consejos, encuentros y desencuentros. Hacer la tutoría con las familias, es contar con ellas para tenerlas al lado, para crear comunidad.

La próxima será con las calificaciones de la primera evaluación. A ver cómo responden. Los alumnos, claro. Las familias, si cuentas con ellas, siempre van a responder bien. Al menos, esa es mi experiencia.