Ayer comenzamos un curso sobre flipped learning en el CEP de Linares que me ha llenado de motivación porque he visto interés y ganas por mejorar prácticas docentes y críticas positivas, de crecimiento, no destructivas y negativas. Empezamos por que plantearan lo que pretendían del curso y este es el inmejorable resultado de sus participación:
Después debatimos sobre el modelo, sobre sus dudas y sus posibilidades ya que había docentes de infantil, primaria, secundaria y bachillerato y formación profesional. Fue curioso observar que nadie se planteó, en la medida en que contaban con más o menos conocimiento de causa, la validez del modelo sino que surgieron dudas sobre cómo aplicarlo para que fuera efectivo, entre incluso quienes habían realizado ya algunos pinitos. Creo que quedó claro en ese debate que lo mejor del modelo flipped es su flexibilidad, su capacidad para adaptarse a diferentes contextos y condiciones y que lo importante es cambiar la dinámica de clase provocando, con nuestro cambio de rol docente, un aprendizaje más activo y motivador.
A continuación dedicamos un momento a analizar por grupos la lista de reproducción de los vídeos de #AsíFlippeoEn3Minutos en la que pudieron analizar y comparar diferentes formas de adaptar el modelo para luego compartir y debatir unas conclusiones que tenéis aquí:
En este nuevo debate destacó, por una parte, que el modelo les parece muy bien y, por otra, el dilema de las herramientas TIC, que aparentemente son muy necesarias para desarrollar el modelo y que muchos y muchas de los asistentes no conocen o no utilizan.
Y sobre esto me gustaría detenerme porque estoy viendo una tendencia peligrosa para la extensión de los cambios metodológicos necesarios para desarrollar metodologías activas. Resulta que los docentes demandan formación en herramientas, pero su competencia digital es muy variada, desde el o la que lo conoce todo y el o la que no tiene idea de muchas de ellas, y se abre un abismo difícil de salvar entre l@s que se desenganchan de la formación por arriba y l@s que se desenganchan por abajo porque terminan por tirar la toalla ante el continuo bombardeo de nombres y funciones de las propias herramientas. Hasta ahora, lo he podido salvar, como en clase, usando a los que ya tienen idea como «expert@s» que ayudan a sus compañeros, pero es una laguna difícil de manejar y que puede dar al traste con formaciones interesantes. Además, relacionado con esto, los formadores tenemos que dejar claro que las herramientas ayudan si el contexto y las condiciones son propicias, pero que si van a resultar un quebradero de cabeza, se puede hacer flipped, ABP, cooperativo, o lo que sea, sin ellas o acudiendo a las más simples; y muchas veces se nos va el tiempo en ver herramientas porque hay demanda de ellas y lo podemos perder en hacer comprender el modelo.
Finalmente, estuvimos viendo algo de mi experiencia y de los productos del alumnado para hacer ver las posibilidades que ofrece el modelo y terminamos con un encargo: que se creen su propio Google Site para la próxima sesión y que les sirva como portfolio del curso y, si quieren, para más cosas. Ah, y la próxima sesión ¡¡¡la dedicaremos a herramientas!!!
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