Llevo un mes, desde finales de enero, impartiendo o preparando varias formaciones que me están confirmando una perspectiva que ya intuía desde finales del curso pasado: el panorama docente ha cambiado. La necesidad, por el confinamiento, y, derivado de esto, el convencimiento de que hace falta una mejor competencia digital docente y un aprendizaje más activo del alumnado ha provocado y está provocando un cambio que se puede palpar y que yo he visto claramente en esas formaciones.

En primer lugar, en el asesoramiento a un grupo de trabajo del IES Tejada del Puerto de Santa María. Un centro con una fuerte tradición formativa y que ha apostado por el aprendizaje activo del alumnado intentando diseñar y aplicar proyectos multidisplinares enfocados al ámbito social y que me ha transmitido una gran ilusión por su proyecto de centro.

En segundo lugar, la formación impartida a los docentes de la Universidad Tecnológica de Panamá, muy interesados en ver cómo pueden innovar y enfocar un posible cambio de paradigma en sus métodos docentes y que me volvió a recordar que lo importante no es la tecnología o los recursos sino la decisión de cambiar los enfoques educativos ante las nuevas realidades que nos rodean.

En tercer lugar, el curso sobre flipped classroom que estoy terminando de impartir en el CEP de Linares. El curso pasado empezamos un curso parecido de manera presencial y a muchas y a muchos de los asistentes se les notaba poco duchos en algunas herramientas y cuando continuamos de manera no presencial les costó algo de trabajo, por lo que se nos vino encima y por esa falta de competencia digital, seguir el ritmo de la parte en línea, pero hicieron un gran esfuerzo y lo terminaron bastantes docentes. Sin embargo, en el curso que estamos a punto de finalizar (sólo falta entregar las tareas de la última sesión: un proyecto flipped para llevar a las aulas) se nota esa soltura adquirida, por necesidad pero también por profesionalidad, que me está dejando tareas y productos extraordinarios.

Y, finalmente, el curso que para el CEP de Cádiz estoy preparando en el Aula Virtual sobre el cambio metodológico en el aula del siglo XXI que empezamos con mucha ilusión el próximo lunes y que ha tenido una gran demanda por parte del profesorado de secundaria de la zona.

En definitiva, nos encontramos ante un nuevo panorama, donde una mayor y mejor competencia digital docente y un más amplio convencimiento de la necesidad de adaptar nuestros métodos al contexto que nos rodea, puede provocar ese cambio necesario para hacer posible otra educación, otra escuela y otro aprendizaje.