Lo que fue una idea surgida a finales del curso pasado y que empezó a tomar forma como un embrión de proyecto para el próximo (cada vez más) curso está creciendo a un ritmo que me asusta un poco, pero que me llena de ilusión y esperanza.

Por una parte, al compartir en las redes los vídeos motivadores del proyecto y de su herramienta básica, la ONG, en los que se planteaba la posibilidad (porque pensaba que la idea del proyecto lo demandaba) de que fuera un proyecto más amplio y colaborativo, se despertó bastante aceptación y ya estamos 26 docentes inscritos en el proyecto. Tenemos que ver cómo funcionamos y qué haremos, pero una cosa creo que tenemos clara: lo importante del proyecto es la cantidad y la calidad de ayuda que entre todas y todos podamos aportar a los jóvenes a quienes va dirigido y todo lo que puede aprender nuestro alumnado, y no tanto que sea un proyecto de cara a la galería, muy bien organizado y reconocido en las redes. Aunque esto, debería ayudar bastante a lo esencial.

Por otra parte, diferentes docentes me dieron algunas ideas que se están llevando a la práctica y así ya he contactado con Cruz Roja y UNICEF y tengo información y contacto sobre de asociaciones o iniciativas, muchas ellas de Iberoamérica, que auguran un proyecto compartido y, espero que, útil para todas y todos los participantes: centros, docentes, alumnos, familias y, sobre todo, para los jóvenes refugiados, acogidos o de comunidades desfavorecidas.

Finalmente, al ampliarse a muchas materias, niveles y países (Brasil, Argentina, México, República Dominicana, Chile, Colombia, Perú o Francia…de momento) las oportunidades de desarrollo y de temas y actividades que se podrán desarrollar serán, con casi total seguridad, muy amplias y variadas.

Como todo esto se está montando, os dejo una infografía del proyecto que nos dirige, si queremos saber más, a una presentación que lo explica con más detalle. ¿Te animas? Te esperamos.