Durante lo que llevamos de trimestre he compartido tres formaciones que se han solapado en el tiempo, he asistido a un encuentro STEM en Estepona y he seguido trabajando en el aula con el alumnado. De todo eso he ido aprendiendo, pero, sobre todo, he ido escuchando opiniones, ideas y afirmaciones sueltas que creo que tienen un fondo común: la necesidad de cambio educativo.
En el curso flipped de Castilleja hubo dos afirmaciones muy interesantes de las participantes. Una de ellas dijo que el flipped le estaba sirviendo para poder avanzar en el desarrollo de la programación porque se había encontrado un curso de 5º muy problemático que había provocado que el primer trimestre fuera más de mediación que de aprendizaje del inglés y que el flipped le había ayudado a avanzar y a motivar al alumnado. Otra docente de infantil comentó también que el curso le había servido para variar las estrategias y enfocar de otra manera más activa (todavía más) sus clases con la introdución de nuevas herramientas que le permitían hacer más cosas.
El el curso para docentes de Ciencias Sociales del CEP de Sevilla, los debates abiertos durante su desarrollo en torno a la necesidad de cambiar estrategias y enfoques de aprendizaje han llevado a reflexiones como la necesidad de tener más tiempos y espacios de coordinación docente o las posibilidades que el enfoque flipped abre para el uso de estrategias metodológicas activas como el ABP y/o el trabajo cooperativo, gracias, además a herramientas y aplicaciones que nos lo facilitan.
En el encuentro #STEMpona del sábado pasado estuvimos viendo experiencias y conceptos de robótica, impresión 3D y programación. La verdad es que fue muy interesante, pero se afirmaron ciertas cosas que me hicieron reflexionar sobre prioridades educativas. Vimos la experiencia de un centro, el IES Las Lagunas de Mijas, que dirige mi amiga Adela, que ha invertido una importante cantidad en robótica porque ha hecho una fuerte apuesta por este tema. Y aquí se nos abren dos frentes (que en realidad es sólo uno): prioridades de inversión, de administración y centros, y apuesta formativa, en este caso sólo de los centros y, por otra parte, el contraste con otros centros que o no apuestan tan claramente por un enfoque como el anterior o que simplemente tienen tantas deficiencias que apostar por ese camino es poco menos que impensable. Si yo pienso en el mío, con una conexión casi inexistente, unos equipos con 13 años y un presupuesto muy escaso, sé que no se podría ni siquiera plantear; y de plantearse debería empezarse por dotarlo de una conexión adecuada para poder trabajar mínimamente con herramientas digitales y no tener que esperar que una simple presentación de drive bloquee un ordenador más de cinco minutos.
Y termino con las formaciones con algunas de las opiniones y aprendizajes desarrollados en el CEPER Victoria Alba de Jerez donde en dos sesiones le hemos intentado dar la vuelta a sus clases. De este curso, a parte de su buen ambiente de trabajo y de su clara apuesta por las TIC y la sociedad digital, me gustaría destacar tres cosas. Por una parte, el comentario de una docente, ya mayor y a punto de jubilarse de que “todo esto está muy bien” en referencia al diseño de proyectos junto a sus compañeros para llevarlos al aula en este curso o el de la directora del centro que vio la posibilidad de “darle una vuelta a nuestras actividades” y aprovechar la herramientas de vídeo para comentar lecturas o hacer el resumen de actividades extra escolares. Pero, además, gracias a uno de sus profesores, me he lanzado a crear actividades para mis alumnos en educaplay porque ya había utilizado algunas, nunca me había puesto a hacerlo y lo recomiendo. Es genial.
Para el final dejo algo que me ha llegado muy dentro y que me ha pasado con una alumna de mi tutoría que el martes pasado me dijo: “maestro por qué no seguimos contigo dando clase toda la mañana”. De momento, sólo me salió que no podía, que teníamos un horario y todas esas cosas, pero, después, ya pasado un tiempo, me llevó a reflexionar por los motivos y se lo pregunté el jueves y me contestó: “porque en las demás asignaturas todo es muy aburrido y contigo hacemos cosas distintas”. En fin, para pensar.
Creo que de todos estos hilos sueltos por Sevilla, Castilleja, Estepona, Jerez y Lebrija podemos dar algunas puntadas a modo de conclusiones.
- Para cambiar las dinámicas cerradas y monótonas de las aulas y de los centros se necesitan momentos y espacios de coordinación docente para desarrollar proyectos de aula o de centro.
- El flipped learning se va entendiendo como paraguas metodológico que permite hacer otras cosas y de una manera más activa.
- La formación docente es cada vez más en red y colaborativa pero necesita momentos presenciales para darle una perspectiva más real.
- Es fundamental, para la administración educativa y para los centros, fijar prioridades educativas: qué queremos conseguir y cómo lo podemos conseguir.
- En una sociedad digital, en cambio permanente y con miles de estímulos ya no basta con metodologías tradicionales y mecánicas permanentes para que el alumnado aprenda. Todo lo contrario, se aburre y rechaza esa escuela monótona y lo estamos pagando día a día en nuestras aulas.
Para hacerlo más gráfico, os dejo esta infografía:
Miguel Alvaro
Muy acertad9, como siempre. Pero a mi lo que me parece fascinante es que tus alumnos te llamen “maestro”. Que envidia.