El curso termina. El fracaso o el éxito de todo un curso y del trabajo compartido en el aula son muy relativos. Dependen de lo que se valore, del planteamiento inicial, de los objetivos marcados, de las expectativas creadas, de las circunstancias que se van rodeando, de quién lo valore y para qué se valore. Pero lo que es inequívoco es que si los resultados académicos y de aprendizaje y la satisfacción del alumnado y del profesor son buenos se acerca mucho más al éxito que al fracaso. Y esto, lógicamente, no significa que todo haya sido, para el alumnado y para mí, un camino de rosas, porque han existido errores, iniciativas o proyectos que no han funcionado todo lo bien que lo podrían haber hecho y momentos de cierto desasosiego por mi parte y de desconcierto para el alumnado. Ha sido, en definitiva, todo un curso aprendiendo. Pero, vamos a comprobarlo.
Vamos a los resultados. Los voy a detallar según la valoración que utilizo en las rúbricas, de 1 a 4, sendo 1 el suspenso y 4 el valor de sobresaliente, con lo que 2 es aprobado o bien y 3, notable.
En líneas generales, creo que son bastante aceptables y destacaría, siempre de manera global, el escaso número de suspensos y el alto porcentaje de sobresalientes de 2º de bachillerato. Pienso que estos datos merecen una aclaración y una reflexión. Por una parte, la valoración del alumnado, como he argumentado y comentado en más de una ocasión, es continua y está insertada dentro del proceso de aprendizaje, es decir, se valora todo a lo largo del curso y todo lo evaluado tiene el mismo valor, sea una actividad de clase o una prueba que se parezca más a un examen de tipo tradicional y, además, se valoran, mediante rúbrica, el trabajo, el proceso y el producto final de los proyectos realizados. Esta regla general tiene una excepción: la de Historia de España de 2º de bachillerato en la que sí hay exámenes parciales y de evaluación que tienen un alto porcentaje de valor según la programación del departamento, pero cuya influencia se compensa con todas las actividades realizadas para asimilar los contenidos de cada tema que ayudan en la nota y en el aprendizaje del alumnado.
Y vamos a las valoraciones del alumnado. Os las dejo en este ENLACE. Creo que cabría destacar la satisfacción del alumnado con la metodología, con las materias y con su profesor y, aunque podríamos elegir algunas otras opiniones, me gustaría destacar las siguientes:
- Me gusta mucho este método ya que gracias a él se aprende mejor porque las clases son más dinámicas y fáciles, al repasar el temario muchas veces entre el #temaxtuit, los resúmenes, los vídeos de la previa,etc. (Historia, 2º de bachillerato)
- Bastante buena. Mediante los trabajos diarios se aprende más y se asimila más las situaciones históricas y los motivos que causaron estos. Memorizar una tarde antes 4 fechas y 4 cosas para buscar el aprobado no sirve de nada, se te olvida en 2 días. Contento. (Historia, 2º de bachillerato)
- Perfecta, a tu ritmo y sin agobios, dentro de un margen de tiempo y trabajando en clase. (Patrimonio, 2º de bachillerato)
- Lo que más me ha gustado de esta asignatura es el transmitir los conocimientos a través de las redes sociales, ya que hacemos que las personas de las redes sociales conozcan patrimonio a través de Twitter o Instagram, y las formas de hacer los trabajos, a base de vídeos y de blogs, hacer un blog me ha gustado mucho. (Patrimonio, 1º de bachillerato)
- Me parece muy buena, ya que por medio de trabajos se aprende más que con exámenes. (Patrimonio, 1º de bachillerato)
- Que son muy pocas horas. (Patrimonio, 1º y 2º de bachillerato)
- A comportarme, a que en el instituto hay maestros que son buena gente. Y en lo de aprender muchas cosas de los romanos y mucha historia. Gracias maestro. (1º de ESO)
- El maestro es un buen maestro, aprendes cosas muy divertidas mediante el libro y los grupos. Y la materia es difícil pero con el maestro todo es más divertido (1º de ESO).
- Hacer los trabajos en grupo y los trabajos sobre la historia son mis preferidos (1º de ESO).
- Muy bien porque creo que es ota forma de trabajar más divertida (1º de ESO).
Y, finalmente, las conclusiones.
- Los buenos resultados creo que se deben a que se desarrolla una valoración continua y formativa. No hay, excepto en Historia de España de 2 de bachillerato, esos «momentos estelares» de la evaluación tradicional y simplemente calificatoria que son los exámenes porque cuando se hace algo parecido se hacen de manera natural y después de haberlo trabajado en clase y dentro de un proceso, no como una ocasión especial que sirve para sentenciar una nota que marca la valoración del alumno.
- Las valoraciones del alumnado reflejan muy mayoritariamente su satisfacción con el método de trabajo y con el profesor y muestran, además, algunas otras cosas como que captan claramente las diferencias en cuanto a su evaluación y la metodología utilizada con respecto a las demás materias.
- Valoran mejor a su profesor que a la materia y eso, aparte de ser una gran satisfacción para mi, es el reflejo del punto anterior, de cómo se dan cuenta de las diferencias en su valoración y formas de trabajo con respecto a otras materias y que relacionan claramente con el profesor que comparte con ellos aprendizajes.
- El aprendizaje se produce de manera paulatina, en clase, en grupo, con el apoyo de profesor, haciendo y corrigiendo muchas actividades (de lo que se quejan algunos) y viendo reflejado ese trabajo y ese aprendizaje en su evaluación.
Y, para concluir, hemos pasado un año compartiendo aprendizajes juntos. Todo un año aprendiendo. Por lo visto y analizado, y yo lo corroboro, de manera muy satisfactoria.
Y el año que viene más. Pero, bueno, ya llegará. Mientras, a disfrutar de estos datos y, sobre todo, de las vacaciones.
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