Lamentablemente, el coronavirus se extiende provocando consecuencias graves en casi todos los aspectos de nuestra vida diaria (en la escuela, en los hogares, en el trabajo, en el turismo, en los transportes, en espectáculos, actuaciones y encuentros, etc.). Entre las medidas que se han tomado y que podrían extenderse están dos que quiero tomar como ejemplo para hablar sobre el tema planteado en el título: ¿está nuestra sociedad, teóricamente digital, preparada para él teletrabajo y la enseñanza on line o, como mucho, el blended learning?
Sobre el primer aspecto, esta mañana un representante de los empresarios comentaba en Radio Nacional que sólo el 14% de las pequeñas y medianas empresas tienen plan digital y que, por tanto, el tele trabajo no era una opción viable actualmente. Independientemente de que hay actividades que se prestan poco al teletrabajo, creo que es una demostración clara de que la tan cacareada sociedad digital, tan defendida y utilizada como argumento de cambio, es sólo algo superficial y que no cala tanto en aspectos serios y organizativos aunque sí parece más consolidada en aspectos más pueriles y de poca relevancia.
Sobre el segundo aspecto, me cuestiono que si se cierran los centros educativos, estos están preparados para seguir formando a sus alumn@s on line con los medios y herramientas necesarias y si el alumnado, todo el alumnado, podría seguir una formación así. Y aquí soy más positivo en cuanto a posibilidades, no en cuanto a formación y predisponibilidad de centros, docentes, familias y alumnado. En decir, que hay medios y recursos suficientes y fáciles de usar para poder hacerlo, pero que no hay hábito de trabajo escolar online más allá de algunas tareas esporádicas que se mandan por correo o plataformas como Moodle, Google Classroom u otras. Además, en cuanto al aspecto de la posible brecha digital, creo que sería muy complejo desarrollar este tipo de formación en zonas y centros de difícil desempeño educativo y no habría problema con la inmensa mayoría de alumn@s y familias de los demás centros, con lo cual, se podría aumentar la brecha formativa perjudicando a quienes ya parten con una gran desventaja.
Personalmente, como muchísim@s docentes, no tendría problemas. Todos mis alumnos tienen móvil y/o internet, tenemos unas páginas donde están los contenidos, los recursos y las actividades y se podrían acostumbrar a trabajar con ciertas sesiones con Hangouts o Skype. Pero falta mucho por hacer, creo que no estamos preparados y, como con toda crisis, tenemos una oportunidad de arreglarlo porque con una situación normal siempre será una alternativa complementaria de trabajo y formación y para que no nos vuelva a ocurrir, si por desgracia se repite, una situación parecida. Y en esa tarea, aparece en nuestro entorno educativo el programa de digitalización de los centros, el PRODIG, que es y será una herramienta excelente para conseguirlo porque ya se han dado pasos muy importantes y porque se puede hacer mucho más para conseguirlo.
En definitiva, que queda mucho por hacer para que de verdad la sociedad digital en la que parece que estamos sea también, de verdad, del conocimiento. Que toparnos con lagunas y fallos debe servirnos para corregir errores y no para ser catastrofistas ya que debemos ver todo esto como una oportunidad y no como un obstáculo insalvable y, finalmente, que en el campo educativo, al menos, tenemos los medios necesarios y nos puede faltar, en general, interés, hábito y formación para desarrollar esa actuación que puede requerirse en estos momentos.
Ánimo. Hay que ser positivos y racionales. Esto pasará más pronto que tarde y todo volverá a la normalidad y habrá que sacar lecciones de todo ello. Y por lo que respecta a este tema planteado, está claro que tenemos que mejorar mucho.
Salud!!!
Dejar una Respuesta