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Maestro, …me duele la barriga de reirme

Última hora de un viernes, en el patio de entrada del centro, grupos de 3º de ESO grabando audios para el proyecto NPI.  Casi al final de la clase, un grupo se acerca y me comenta: «maestro, por fin lo hemos terminado, qué difícil es, pero lo hemos pasado tan bien que me duele la barriga de reirme». Creo que esa frase es la que mejor refleja lo que intento en una clase, lo que intento compartir con el alumnado: que las clases no sólo sean, para el alumnado y el profesorado, un calvario, un «y esto cuando se acaba» o un «faltará mucho para que toque» y que se vayan convirtiendo en «¿ya va a tocar?». No es nada fácil y no se consigue siempre, pero cuándo pasa, cuando ves y confirmas que se consigue, es una auténtica gozada.

Creo sinceramente, por mi experiencia, por años escuchando las quejas del profesorado y prestando atención a los comentarios y, quejas, muchas quejas, del alumnado, que esto es lo que hace falta, que hay que intentar relajar las clases, hacerlas más llevaderas, practicar un aprendizaje lento, inclusivo y de la escucha, ofrecerle al alumnado alternativas distintas y variadas, que cuando entres por la puerta de la clase, alguna alumna te pregunte «maestro, ¿hoy qué vamos a hacer»? Nos empeñamos, yo también, en mantenerlos ordenados, silenciosos, impasibles y creo que nos equivocamos completamente porque creo que hay que ofrecerles otras cosas: actividades variadas, estrategias de trabajo y aprendizaje activas, darles más responsabilidades aunque se equivoquen (o mejor, para que se equivoquen), sacarlos de esa rutina tan cómoda a corto plazo pero, a la vez, tan frustrante y asesina de motivación. Tanto que deja de serlo a medio y largo plazo. Así que nada, las semana que viene intentaremos que les vuelva a doler la barriga. Debería ser lo suyo.

Os dejo el audio que ha originado esta entrada para ver el resultado final de esa clase con dolor de barriga… por la risa (y la mazanilla).  emoticono (1)

 

Ah, y por cierto, ya sé algo más de Sanlúcar y de su manzanilla. No hay nada como aprender del alumnado.

AUTOR

Manuel Jesús Fernández

Todos los relatos por: Manuel Jesús Fernández
2 comentarios
  • Gloria
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    Como alumna que ha pasado 6 horas en clase durante mi etapa en el instituto, estoy totalmente de acuerdo en que las clases deben ser horas productivas y a la vez llevaderas y entretenidas. Cuando uno se lo pasa bien en clase, todo lo que conlleva son respuestas positivas tanto como en el propio alumno como en su entorno (profesorado, familia…).

  • Cursos Online
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    Cuando estudié medicina teníamos un profesor de Histología que nunca olvido, por sus clases tan amenas y efectivamente como usted dice profesor, pensábamos: ¿Ya se va a acabar la clase? ¡Por más profesores como ud y mi profesor de Histología…

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